Museo Etnográfico en la Casita de Adobe. #1



El inmueble se encuentra ubicado en el Conjunto Histórico de la localidad de Hoyos (Cáceres). Aunque su estado es muy deficiente, se mantienen inalteradas la geometría y la volumetría del mismo, conservando sus características originales de un alto valor ambiental y patrimonial.
Se trata de uno de los dos únicos edificios con arquitectura de entramado de madera y tapial que se conservan en la población. El grave estado de deterioro en que se encuentra, con serio peligro para la estabilidad de los paramentos verticales, y posterior ruina de toda la edificación, hace necesaria y urgente una actuación, como mínimo, de consolidación, basada en los siguientes parámetros:
· Que dicha actuación no suponga modificaciones substanciales o sustitución de elementos exteriores que implique variación esencial de la composición general exterior del edificio, manteniéndose las líneas de cerramiento, altura y planos de la cubierta
· Que se mantenga el conjunto del sistema estructural, no alterando las cargas y acciones, afectando tan solo a aquellos elementos de carácter estructural que, por su mal estado, hagan necesaria la intervención.
· Que se respete la integridad del sistema y los materiales utilizados en el edificio, sustituyendo y reparando revestimientos, carpintería e instalaciones, siempre que estos elementos no estén sujetos a protección y justificando que en la intervención no se verán afectados ninguno de los que sean objetos de ésta, su calidad ambiental, espacial o histórico-artística.

La intervención en un casco histórico debe entenderse como un problema complejo, en el que deben conjugarse integración y renovación, de forma que el resultado sea un edificio perfectamente adecuado a las necesidades actuales por un lado, y por otro mejore y enriquezca el patrimonio histórico donde se encuentra. En estos dos objetivos no puede verse contraposición: son dos caras del mismo problema, del que afortunadamente existen ya muchos y buenos
ejemplos. Estos ejemplos son necesariamente apuestas concretas y distintas, que varían según los casos.
Como en nuestro caso no se encuentra definido un programa concreto, de lo que se trata más bien es de conservar un elemento representativo de la arquitectura vernácula. El proyecto responde, al futuro uso que pudiera dárselo, y la solución al problema planteado, no ha de entenderse como respuesta concreta a condicionantes normativos, técnicos, estéticos, funcionales o económicos. El criterio general seguido apela al sentido común y a la sensibilidad por encima de otras consideraciones. La voluntad de mantener vivo nuestro patrimonio justifica la decisión de invertir tiempo y dinero en esta actuación que tan escasamente permite desarrollar un programa con utilidad actual.

Las fachadas principal y trasera se apearán por dentro y por fuera, por medio de un entramado de madera que será réplica del existente. Las tres hojas se atarán solidariamente. Los paños de tapial se refuerzan con listones cuando su estado lo aconseje. Después el cerramiento existente se igualará y perfilará con un mortero de barro. Sobre éste se dará el acabado de revoco de cal morena al exterior y cal blanca al interior, ambos con malla de fibra de vidrio.